¿Estamos ante una buena aventura gráfica? Así es: la dificultad es asequible, es entretenido, dura lo justo y nos vuelve a sumergir en el universo que se sustenta sobre una tortuga. Sin embargo (y como era de esperar), esta secuela no iba a ser redonda, y nos encontramos errores notables como el humor no tan ingenioso, una mala caracterización del protagonista, misiones que hartan y un apartado musical más pobre.

Parece extraño que a día de hoy me acuerde más de la música, animaciones y diálogos del primero, pero es lo que tiene una primera parte: sorprende y agrada a todo el mundo, y en cuanto salen las siguientes partes, todo el mundo está dispuesto a pasar el ojo clínico para sacarle pegas y compararla con la obra maestra. Otra vez tenemos que afirmar el “segundas partes nunca fueron buenas”. O, simplemente, “segundas partes nunca superan a la primera”, ya que aunque de calidad levemente inferior, no deja de ser una alternativa humorística tremendamente recomendable.

Segunda y última parte de las aventuras de Rincewind, esta vez los gráficos son más caricaturizados y nos encontramos, para mi gusto, con un juego bastante monótono en cuanto a puzzles, pero no por ello aburrido, principalmente debido a los comentarios de Rincewind, que te obligarán a seleccionar cualquier objeto del escenario, más allá de si será útil o no . Esta segunda parte, sin embargo, me agradó más que la anterior, tal vez porque la primera me "torturó" con sus bugs .