No es por desilusionarte, pero las mascotas y yo somos totalmente incompatibles
. De hecho, ODIO al 100% a cualquier criatura terrestre no-humana que venga hacia mí; conmigo a distancia y que corra el aire. Jeje no me malinterpretéis, pero de pequeña se olvidaron de mí en la granja-escuela encerrada en el corral de las gallinas y vinieron todas a por mi a picotearme.. y lo más triste, un perro chiquitajo de un palmo de cabeza a la cola me mordió un pelín, con lo cual mi aversión hacia los animales es infinita . Que nadie se moleste, pero comprended que es un trauma de infancia, y creo que los animales me lo notan al pasar, se ponen todos a hacer cosas raras, como a ladrar, maullar, y sus respectivos sonidos amenazadores... en fin, mi vida y yo .
Saludos
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