Estamos en la época de los desarrolladores innovadores. O, mejor dicho, de los desarrolladores que dicen ser innovadores, y que pocas veces logran que sus creaciones lleguen a este calificativo. David Cage, creador de "Fahrenheit", es una de estas personas.

Cage, antes de que su juego estuviera listo, hizo algunas declaraciones polémicas, por ejemplo:

�?�El juego de aventura, es un género que está... muerto, está muerto por no haber evolucionado. Después de quince años, desde los juegos de Lucas, ¿qué ha cambiado en los juegos de aventuras€ Casi siempre en 2D, a menudo basados en los inventarios, combinación de objetos, diálogos interminables y acertar con el píxel exacto, en el momento exacto para activar la acción. Todo eso son mecanismos antiguos, algo horteras hoy día, y el juego de aventura se muere por no haber sabido crecer, evolucionar. Es cierto que una de las ambiciones de Fahrenheit es la de renovar un poco el género, de intentar verdaderamente que podemos tener una aventura narrativa que funciona de manera diferente, sin puzzles y sin inventario�?�

O, como dice en el manual del juego:

"[Fahrenheit] demuestra que es posible crear una experiencia interactiva que consiste en algo más que matar monstruos en un pasillo, y disparar a cajas para conseguir munición."

Como verán, Cage básicamente se caga en todos los tipos de juegos y pinta a "Fahrenheit" como el gran salvador de las aventuras. Pero antes de tirarle flores, vamos a ver si realmente consigue hacer algo tan revolucionario, innovador, genial e "indeleble", como dice en el manual.

Nuestro personaje se llama Lucas Kane. El juego comienza en un baño público, en donde una persona se está lavando las manos, y Lucas se encuentra sentado en el retrete con un cuchillo sangriento y la mirada perdida.
Se levanta con intenciones de matar a esta otra persona, y tendrá la maravillosa suerte de que la víctima sea lo suficientemente ciega como para no verlo caminando cual zombie con un arma filosa en sus manos directamente hacia él.
Luego de cometer el asesinato, Lucas despierta del trance y no comprende lo que sucede.

A lo largo del juego no sólo jugaremos con Lucas, sino también con Carla y Tyler, dos policías de Nueva York que intentan descubrir (al igual que Lucas) qué fue lo que sucedió. Estos tres personajes serán básicamente los principales del juego, acompañados por algunos personajes secundarios como Markus, el hermano de Kane, o Tiffany, su ex-novia.

La historia es interesante, eso no hay quien lo niegue. Se desarrolla de una forma bastante interesante al principio y siempre nos dejará con ganas de saber más. Sin embargo, en algún punto todo se va en picada hasta el final. Agujeros argumentales, romances que aparecen de la nada y, básicamente, "idas de olla" por parte de los escritores, hace que finalmente la historia se vuelva algo bastante increíble y traído de los pelos.

Una de las cosas que prometía "Fahrenheit" era la poca linealidad, que mucha gente llegó a tragárselo por completo. Bien, el juego es tan lineal como cualquier otro. Las acciones que realicemos realmente no tendrán ningún efecto, salvo pequeñísimos detalles. Obviamente, al final del juego sí va a haber algunas acciones que nos permitirán ver un final u otro (tres finales en total). También, al mejor estilo Sierra, podremos morir una y otra y otra vez, viendo así distintos "finales", aunque realmente no sean finales sino el típico cartel de "Estás muerto: reiniciar, salir".

Un ejemplo de la linealidad es que podremos elegir una historia con cual jugar: la de Lucas, la de Carla o la de Tyler. Lo gracioso es que no importa cuál sea nuestra elección, dado que una vez que terminemos esa historia tendremos que jugar también a las otras dos. Incluso hay un momento en donde claramente podrían haber puesto un camino paralelo, y es cuando [spoiler] la novia de Tyler decide marcharse de la ciudad, y le pregunta si viene o no. Si decimos que sí, iremos y no volveremos a ver a Tyler nuevamente. Si decimos que no, la novia se irá y Tyler hará unos trabajos nuevamente. Tampoco lo volveremos a ver ni sabremos qué está haciendo[/spoiler].

Por último, el juego está lleno de minijuegos que, más que entretener, frustran. Aquí se destaca el partido de basketball, una pelea que no viene a cuento, y otra que bebe tanto de Matrix que te hace sonrojar.

El juego parece sacado directamente de la versión de X-box. Así, los gráficos en general son bastante cuadrados y feos. Sin embargo se han visto gráficos más desagradables.

Por otra parte, el juego cuenta con unas cámaras que muchas veces sorprenden, consiguiendo así que el juego parezca, por momentos, una película. Lamentablemente, otras veces las cámaras molestan, sobre todo cuando estemos en algún lugar abierto, siendo imposible acomodarla (no así en los lugares cerrados, en donde podremos ver el lugar desde distintos ángulos) y ver qué tenemos adelante nuestro.

Los personajes están bastante bien logrados, y salvo por algunas pequeñas partes, sorprenden con su nivel de realismo.

En algunas partes del juego tuve unos problemas, en donde todo el lugar se volvía blanco o gris, haciendo que el personaje caminara prácticamente en la nada. De todas formas, supongo que esto será gracias a mi placa de video y no un error del juego en sí.

Uno de los puntos fuertes del juego. La música está realmente bien, quitando la melodía de las escenas de acción que luego de jugar un rato no quieres volverla a oír nunca más. Los efectos sonoros también son impresionantes, tanto por su calidad como por su realismo, y vale decir que jugar con auriculares hace meternos de lleno en el juego.

Las voces son muy buenas, al menos en la versión inglesa. Porque esa es una de las ventajas del DVD: podremos elegir en qué idioma queremos ver los subtítulos y en qué idioma queremos oír las voces. Los lenguajes disponibles en el DVD son: inglés, español, francés y alemán.

Mientras jugaba, se me ocurrió que los chicos de Quantic Dream debieron haber puesto mucho esfuerzo en hacer la peor interfaz de los últimos 10 años.

La mayor parte de las acciones se manejan mediante gestos con el mouse. Si queremos hablar con alguien, gesto, si queremos recoger un objeto, gesto, si queremos abrir una puerta, beber algo, prender la tele, gesto. ¡Incluso los diálogos se manejan mediante gestos! Yo no sé por qué decidieron hacerlo así, y si bien los gestos generalmente me gustan (véase Darwinia), acá lo llevaron al extremo.

Sin embargo, la horrible interfaz no termina ahí. No, porque en la mayor parte del juego, sobre todo en las escenas "interactivas", aparecerán en la pantalla dos "Simón Dice" (típica esfera con cuatro colores que se iluminarán en cierto orden y nosotros tenemos que seguir la secuencia) que tendremos que manejar mediante dos partes del teclado (configurables). Las teclas predeterminadas son: las flechas direccionales y las flechas del teclado numérico, pero al poco tiempo de jugarlo vamos a ver que no es cómodo. En mi caso, utilicé las teclas A, S, D y W, y las flechas direccionales. Pero no, tampoco es cómodo.

Y es que no hay ninguna combinación de teclas que lo haga cómodo, siempre será igual de molesto.

Lo último a destacar de la interfaz es la maravillosa técnica de "presioná los botones de izquierda y derecha frenéticamente hasta que se te acalambre la mano y pierdas el juego", que afortunadamente no se encuentra tan seguido como el "Simón Dice".

Y fin de la interfaz. Todo lo que hagamos en el juego será por medio de alguno de estos tres métodos. Lo molesto es que no podremos prestarle atención a lo que suceda en el juego, dado que tendremos que estar mirando constantemente las esferas para no perder. Y si además lo juegan con subtítulos, el problema es doble.

Hay que nombrar algo que todos ya saben, y es que no existe un inventario en el juego. Al no haber puzzles, no se necesitan objetos.

Al mismo tiempo, las conversaciones, como dije antes, se manejan mediante gestos. O sea, cuando hablemos con alguien, aparecerán opciones sobre lo que queremos decir y a su lado un gesto que tendremos que hacer. Además, esto es por tiempo, así que si no lo hacemos antes de que se acabe, o bien terminará la conversación (si la línea de tiempo es roja) o bien el juego eligirá un tema al azar (si la línea es azul).

También, el juego cuenta con una barra de salud mental al mejor estilo "The Sims". Hay ciertas acciones que nos subirán o bajarán el puntaje, haciendo que el personaje se sienta mejor o peor. Lo entretenido es que esto no cumple ninguna función. Mejor dicho, cumple una, y es que si la barra llega a descender por completo, el juego terminará con el personaje suicidándose, renunciando a su trabajo, etc. Pero no cumple con una función principal, y es algo tan simple como lo que se usó en The Legend of Kyrandia Book Three: que nuestro personaje se comporte de acuerdo a cómo se sienta. Si Lucas está deprimido, va a hablar de la misma forma como si estuviera "normal" (que es lo máximo que se alcanza, ningún personaje está nunca feliz).

Por último, el juego también cuenta con algunos bugs, como por ejemplo la cámara que se acomoda mal, algunos movimientos con el personaje o incluso la dificultad de alguna escena de acción, que, por cuestiones puramente técnicas, hacen que sea más difícil. Incluso, en una parte del juego ([spoiler]el hospital psiquiátrico[/spoiler]) de la nada comenzaron a salirme ventanas de un programa llamado "Quantic Dream Tools" dándome errores de todo tipo. Sin embargo, luego de aceptarlos pude seguir jugando como si nada, aunque extrañamente la parte interactiva se había pasado sola.

El juego es complicadísimo y al mismo tiempo lo más fácil del mundo.

Es complicado porque las escenas de acción, o sea el 90% del juego, son de por sí complicadas, debido a la espantosa interfaz que tiene. Recuerdo con especial cariño la escena de la tormenta en el departamento de Lucas, que es totalmente imposible de pasar, aún en el modo fácil.

Entonces, la dificultad radica en esta parte, haciendonos repetir cada escena una y otra vez, perdiendo "vidas" cada vez. Una vez que perdamos todas las vidas, tendremos que volver a hacer la escena desde el comienzo.

Pero al mismo tiempo, el juego es fácil simplemente por la ausencia de puzzles. Creo que hay dos en todo el juego, y se tratan de buscar una aguja en un pajar, dando prácticamente ninguna pista.

Es un juego cortísimo. De por sí dura menos de 10 horas, y eso si son como yo que tuve que repetir algunas escenas de acción varias veces. Ahora bien, si el juego no tuviera estas escenas, pasaría a durar unas 3 horas cuanto mucho.

"Fahrenheit" es un juego que cae en desgracia gracias a la publicidad que todos se han encargado de hacerle.

El juego, según mi opinión, no es una aventura gráfica si por definición entendemos que una aventura es un tipo de juego en donde la historia es tan importante como los puzzles, dado que avanzaremos gracias a soluciones lógicas a problemas planteados, y no por ganar minijuegos idiotas. Sin embargo, "Fahrenheit" fue vendido y publicitado como una aventura gráfica, y es por eso que hay que criticarlo como tal.

Para que "Fahrenheit" sea una aventura gráfica, hay que expandir tanto la definición que finalmente cualquier juego entraría en él. Desde King's Quest hasta el Pac Man, en el nivel más básico, porque, como dije, no se trata sólo de una historia interactiva, porque en algún punto todos los juegos comparten esa característica.

Tampoco innova en lo absoluto. La interfaz es un rejunte de cosas que siempre existieron y siempre se usuaron; la historia es tan lineal o tan poco lineal como en el Indiana Jones and the Fate of Atlantis; y la interactividad está llevada al mínimo, haciendo que no podamos interactuar con casi ningún objeto cercano y al mismo tiempo usando un método de interactividad extremadamente pobre.

"Fahrenheit" demuestra, como dijo su creador, que es posible crear una experiencia interactiva que consiste en algo más que matar monstruos en un pasillo, y disparar a cajas para conseguir munición. Claro que le agrega un nuevo camino: en "Fahrenheit" es posible crear una experiencia interactiva que consiste en presionar en el orden correcto los colores verde, rojo, amarillo y azul.

Ahora sí, desde un punto de vista totalmente subjetivo, "Fahrenheit" es uno de los juegos más mediocres y sobrevalorados de la última década.

Escrito por Radiobuzz

Publicado el 27 de septiembre de 2005

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