La Aventura es La Aventura - Análisis de Agatha Christie: Asesinato en el Orient Express por rosela

Introducción

El "puzzle" introductorio ya dice mucho de lo que nos depara esta aventura

La segunda entrega de la saga basada en las novelas de la genial Agatha Christie, maestra del género negro, llegó a nuestras tiendas a finales del pasado año tras el mediocre ...Y no quedó ninguno, adaptación de la novela “Diez negritos". Una vez más, y a un recomendable precio que no llega a los 20¤, Proein se aventura a traernos la adaptación de "Asesinato en el Orient Express", obra en la que ya aparece el detective fetiche por excelencia de Christie, el belga Hercules Poirot, que encarnaría magistralmente Peter Ustinov en la gran pantalla en numerosas ocasiones.

Ciertamente eran muchos los fallos de los que adolecía ...Y no quedó ninguno, tales como su mala jugabilidad o los insulsos y desalentadores gráficos presentes durante toda la trama. Después de recibir un numeroso aluvión de críticas por parte de la comunidad aventurera, se les otorga a los chicos de AWE Games una oportunidad perfecta para enmendar sus errores. Si lo han hecho o no es otra cosa.

Argumento

¿El muerto viene incluido en el viaje?

Al igual que pasaba en ...Y no quedó ninguno, en AWE Games alteran el relato original introduciéndonos alguna novedad en el reparto de personajes y en la propia trama, como es la presentación de una tercera solución al crimen sumada a las dos propuestas por Poirot en el relato original. De este modo se le ofrece al jugador un reto más interesante y una motivación añadida para completar la aventura, ya que una adaptación 100% fidedigna le presentaría poca emoción a cualquier seguidor de la reina de las novelas policiacas.

En esta ocasión la novedad llega en forma de damisela francesa y espigada residente en Estambul, Antoinette Marceau. Esta belleza caucásica es la empleada de la Compagnie Internationale des Wagons Lits, empresa ferroviaria propiedad de M. Bouc. Por encargo de este último debemos localizar a su íntimo amigo Hercules Poirot, quien acaba de solucionar diversos casos en Turquía, para que su vuelta a Londres a bordo del fastuoso Orient Express sea lo más agradable posible. Durante una absurda introducción (de la que hablaré más adelante) podremos tener una primera toma de contacto con buena parte del resto de viajeros que nos acompañarán durante la aventura, y una vez pasada ésta, podremos comenzar nuestro viaje.

El viaje parece transcurrir sin problema alguno pero, tras una parada en Belgrado, una gran avalancha de nieve cae de noche sobre las líneas ferroviarias y el tren se queda bloqueado. Como todos sabemos, las desgracias nunca vienen solas y a la mala noticia del aislamiento del tren se suma el descubrimiento de que uno de los viajeros del tren, el millonario Samuel Ratchett, es encontrado muerto en su cama. Aprovechando que llevamos a bordo a uno de los mejores detectives del mundo, acudimos raudos a él para que dicho acontecimiento no manche la reputación de la compañía, mas ¡oh, casualidad!: en el frenazo de la avalancha el protagonista cae de su cama y sufre un accidente, quedando así inmovilizado. Es entonces cuando la historia da el giro más radical debiendo ser nosotros, Antoniette Marceu, quienes resolvamos el crimen.

Personajes principales:

Antoniette Marceau: francesita asentada en Estambul que trabaja para la Compagnie Internationale des Wagons Lits. Deberá cambiar su papel de empleada ferroviara por el de detective en funciones.
Hercules Poirot: afamado detective ~~francés~~ belga que regresa a Londres en el ferrocarril. Queda inmovilizado en el trayecto, delegando la investigación en Antoniette Marceau.
Samuel Ratchett: millonario inquietante asesinado salvajemente en uno de los compartimentos del Orient Express.

Personajes secundarios:

Un variado elenco de personajes se dan cita en el Orient Express, pasando desde una enfermera sueca a una princesa rusa o un vendedor italiano de automóviles. El papel de todos ellos en la historia es fundamental.

Gráficos

Las cinemáticas son lo peor del apartado gráfico

El apartado gráfico está notablemente mejorado respecto a la primera aventura de la saga Agatha Christie. Para empezar, la resolución del juego se ha ampliado a los actuales 1024x768, ganando así varios puntos para los que disfrutan de un monitor de más de 15 pulgadas.

En “Asesinato en el Orient Express” la fórmula se repite y contamos de nuevo con personajes modelados en 3D y fondos prerrenderizados. Los fondos tienen un gran atractivo visual, se ven más cuidados que los diáfanos y austeros escenarios del ...Y no quedó ninguno y dan, en general, una mayor sensación de mimo en este aspecto. Otra cosa es la variedad de los mismos, ya que una vez salidos de Estambul y metidos en el tren estaremos hartos de ver siempre los mismos compartimentos, con poca variación en la decoración de cada uno de ellos, así como en el resto de los vagones. Para hacer menos monótona la experiencia del jugador visitando una y otra vez los mismos interiores hay pequeñas incursiones al exterior, donde los efectos meteorológicos como las ventiscas de nieve (en mayor o menor intensidad) están bastante bien tratados.

Con respecto a los personajes, para este juego se han duplicado el número de polígonos respecto a la adaptación de “Diez negritos”, cosa que mejora, pero no arregla, el aspecto rígido y robótico de los personajes. Este defecto se observa sobre todo en el personaje de Marceau, que se mueve como si fuera atada al palo de una escoba en todo momento. Las animaciones faciales son harina de otro costal; aunque no son la octava maravilla son correctas y podremos presenciar los estados de ánimo de muchos de los personajes cuando hablen.

Si bien los dos aspectos anteriores resultaban bastante cómodos, por contra las cinemáticas son aborrecibles, atrasadas técnicamente varios años y de una calidad bastante pobre, hecho que hace inclinar la balanza hacia lo negativo. Es éste, sin duda, junto al movimiento de los personajes uno de los puntos que más deben pulir la gente de AWE Games en las futuras adaptaciones si quieren subir hasta un punto razonable la calidad visual de sus juegos.

Como curiosidad, decir que el aspecto físico de los personajes guarda una grandísima semejanza con los personajes de la película homónima de 1974, donde Albert Finney encarnaba a Poirot y la cándida Ingrid Bergman ganó un �"scar por interpretar a Greta Ohlsson.

Sonido

La interpretación de David Suchet como Poirot es francamente brillante

A un precio de 20¤ es de sospechar que el juego se ha mantenido con el doblaje en su versión original, como efectivamente pasa con esta aventura. Nos encontramos ante un doblaje bastante bueno en el que el mayor placer reside en escuchar la soberbia interpretación de David Suchet como Hercules Poirot (papel que también interpretaba en la serie del mismo nombre), notándose ese particular deje francés que tanto caracteriza a nuestros vecinos. Del mismo modo, también resulta curioso fijarse en los acentos tan distintos de las personas de diferentes nacionalidades: la entonación tosca y ruda de Hildegarde Schmidt, el tono pausado y elegante de la princesa Dragomiroff o la continua verborrea de Madame Hubbard enriquecen sobremanera este apartado.

No deja de asombrarme que a estas alturas del tiempo, donde se van viendo cada día más y más prodigios gráficos hasta intentar hacerlos verdaderamente realistas, el apartado sonoro tenga semejante abandono. Parece que todo el interés está en mostrar bonitas caras, bonitos trajes y bonitos paisajes pero la música les importa un comino: con poner una melodía en los créditos y variándola ligeramente en toda la aventura se sobran. En “Asesinato en el Orient Express” se sigue esta tendencia desafortunada, aderezándola con, eso sí, numerosos sonidos ambientales.

Jugabilidad

Tantos elementos en el interfaz dificultan el manejo de la aventura

Y aquí estamos, ante el mayor reto que tiene una aventura gráfica. Seguimos utilizando un esquema típico: perspectiva en tercera persona e interfaz point ‘n clic. Las diferentes acciones que podremos hacer se representarán mediante los iconos habituales de un ojo (ver/examinar), una boca (hablar), unos engranajes (usar) o unas huellas (dirigirse a un punto). Accederemos a un “submenú” pulsando el botón derecho del ratón, en el que podremos optar entre ir al inventario, examinar los objetos que llevamos encima, realizar combinatoria entre los objetos, examinar documentos, ver los pasaportes de los viajeros o realizar un reconocimiento de huellas dactilares. El desplazamiento entre tantos elementos es un tanto engorroso y poco práctico, de tal modo que ralentiza un tanto los movimientos del jugador. Respecto a este menú, lo que hay que resaltar sin duda es la malísima implementación de lo que hemos llamado “realizar combinatoria entre los objetos”. Como veremos en el apartado siguiente, muchos puzzles se sirven de esta característica que tira, sobre todo, del ingenio e imaginación del jugador, teniendo además que realizar muchas más transiciones que si fuera sobre el mismo inventario, como sucede en la mayor parte de las aventuras gráficas.

El desplazamiento entre los vagones lo podemos hacer de dos formas: bien dándonos el paseíto a lo Syberia, bien yendo a un acceso rápido que se sitúa en la parte superior de nuestra pantalla con la silueta del tren y sus vagones. De este modo, pinchando sobre el vagón al que queramos ir, y siempre que tengamos la llave que nos da acceso al mismo, podremos desplazarnos rápidamente con el siguiente ahorro de tiempo. Aunque este hecho es muy de agradecer, lo que no es tan cómodo son los desplazamientos al exterior, ya que una vez que hayamos salido y hayamos despejado el camino por primera vez, tendremos que repetir el proceso enterito cada vez que queramos (o debamos) tomar un poco de aire fresco. La ausencia de un acceso rápido al exterior (y viceversa, del exterior al interior) se nos hace un poco raro, puesto que en general es más tedioso volver hacia/partir desde el tren y parece que está hecho adrede para incrementar de forma tonta el tiempo de juego.

En la opción "Antoniette" obtendremos recompensas y penalizaciones por nuestras acciones

Fiel a la obra original de Agatha Christie, el juego se divide en tres partes tituladas del mismo modo que en el libro. Como hemos comentado, se sigue básicamente el mismo orden en los acontecimientos con pequeñas variaciones en la trama; así, nos encontramos con un juego bastante lineal que nos deja pequeño margen en la libertad de actuación, debiendo realizar de forma muy escrupulosa ciertas acciones para poder pasar a la siguiente parte, con los consiguientes atascos. Sin embargo, existe un punto en el juego en el que deberemos elegir entre seguir nuestra propia investigación o ejercer de ayudante de Poirot. Este podría ser un punto sumamente interesante si no fuera porque la diferencia entre ambas opciones es prácticamente nula: si decidimos seguir nuestra propia investigación contaremos con una opción en los documentos titulada “El Desafío”, y si decidimos ayudar a Poirot desaparece. Esta opción consiste en una pequeña bitácora en la que se irán guardando las buenas o malas acciones que hemos realizado como detectives, y al final del juego Poirot tomará esta libreta para evaluar nuestra capacidad detectivesca, pero a la hora de la verdad no afecta en el desarrollo de la trama. Y una cosa más hay que añadir: también se dan las denominadas “incoherencias argumentales”, en las que veremos cómo preguntamos a los viajeros por objetos que no hemos visto o se habla de personajes antes de saber quiénes son.

Finalmente, debemos aclarar que la forma de diálogos con los personajes no ha sufrido ninguna variación respecto a ...Y no quedó ninguno, es decir, aparecerán en un panel una serie de frases que iremos eligiendo según nuestra conveniencia.

Dificultad

Un requerimiento casi imprescindible para dotar a una aventura gráfica de buena jugabilidad es que presente unos objetivos implícitos que el jugador pueda deducir por sí mismo o bien, pero peor alternativa, que presente unos objetivos explícitos cual FPS que se precie. "Asesinato en el Orient Express" tira por esta segunda opción, que no hace más que tratar al aventurero de tonto al igual que pasa en juegos como Lula 3D o Rumbo a la isla del tesoro, basados asimismo en objetivos a corto plazo explícitos. De esta forma, al acceder al menú de "Documentos" tendremos una opción de acceso denominada "Instrucciones que me ha dado Poirot", en la que se ven las acciones completadas (tachadas) y las que aún quedan por realizar para que podamos avanzar.

¿¿Y a mí qué me contáis?? ¡¡Apartaos, leñe!!

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y, si bien contamos con una lista de objetivos a cumplir, la mayoría de las veces no sabremos cómo hemos de cumplirlos. Así, comenzamos a encontrarnos con puzzles que no se saben por dónde coger (sí, el famoso puzzle de la radio) o cuyo planteamiento resulta completamente ilógico. Este punto es, sin duda alguna, el peor error que tienen los de AWE Games. Sin escarmentar de los puzzles absurdos de ...Y no quedó ninguno (¡esas pilas!), vuelven a caer en la misma metedura de pata sin vergüenza alguna. Ya no es que sea la solución de los enigmas absurda, como "usar bolsa de cacahuetes con tarjeta de visita", sino que tiene una característica odiosa: su combinatoria. Si un puzzle necesita un objeto compuesto por la unión de varios, no podremos hacer este proceso "por pasos", como en la mayoría de aventuras gráficas. Pongamos un ejemplo práctico: tenemos un ordenador, un destornillador, una unidad de DVD-ROM y unos cables. La solución lógica que se nos ocurre a todos sería desatornillar la carcasa, a continuación insertar la unidad en el ordenador desmontado y, por último, conectar los cables. Pues bien, aquí hay que hacer un “destornillador+ordenador+unidad de DVD+cables" todo junto para que funcione; si hacemos alguna de estas acciones por separado el juego nos devolverá un error. ¿Que esto no frustra€ Pues que hagan los de AWE Games una encuesta.

Para quitarnos este sabor de boca debemos comentar que no existe pixel hunting y que contamos con algunos puzzles más intuitivos, como la recogida de huellas dactilares (en la que contaremos con la ayuda adicional de Poirot cuando observemos una escena en la que existen pistas) o el trivial final, mucho más acertado que el de Sherlock Holmes: El pendiente de plata, en el que pondremos a prueba nuestra capacidad detectivesca para dar con las tres posibles soluciones al crimen.

Valoración

Casi es preferible quedarse aquí encerrado...

Por más que se empeñen, estos de AWE Games no aprenden. Cuentan con un guión excepcional, con un tercer final que es, verdaderamente, sorprendente e ingenioso, con gráficos más cuidados y un apartado sonoro bastante notable. Con estos elementos sin duda podría salir una buena película, pero esto es un juego, y lo que realmente importa es si a un aventurero se le hace entretenido o coñazo, si es capaz de mandar a un rincón muy oscuro el juego por los puzzles absurdos o si realmente ha disfrutado la partida. La experiencia sufrida ha sido muy similar a la de su anterior juego, y es que "Asesinato en el Orient Express" sigue teniendo algunos fallos infumables, como su espantosa jugabilidad, los citados puzzles infernales y un desarrollo que hará caer en el sopor a más de uno.

Ante todo esto no me toca más que expresar mi desánimo por la saga que se preveía que iba a ser un buen aporte a las aventuras gráficas de misterio y suspense y que, si por mi fuera, acabaría aquí mismo, pues seguramente caerán en los mismos errores con Maldad bajo el sol. Si leyendo esto los jugadores aún tienen ganas para empezar un juego de temática similar pero que les haga vibrar cada segundo, no puedo dejar de recomendar el maravilloso The Last Express, en el mismo tren pero perfecto desde todos los puntos de vista. Y encima en completo castellano.

rosela

Escrito por rosela

Publicado el 18 de abril de 2007