Corría el año 2002 cuando nos llegaba este título por parte de Microïds, que lanzado con versiones para PS2 y XBOX además de la PC, consiguió cierta notoriedad en el momento de su salida.

El "alma mater" de Syberia es el belga Benoît Sokal, ilustrador y dibujante de comics, con numerosas obras en su haber, entre las que destaca Canardo, protagonizada por un pato investigador en una atmósfera adulta. Sokal se vio atraído por el mundo del videojuego y por la aventura gráfica como genero más apropiado para plasmar sus ideas, y así, en 1999 nos llegó su primer trabajo, Amerzone, que pasó un poco desapercibido, para posteriormente aparecer las dos partes del Syberia, que son los juegos con los que ha cosechado mayor éxito hasta el momento.

Dado que el año pasado salió una versión DVD-i de este título, o que en el último trimestre del actual nos llegará una para DS, no es mal momento para echar la vista atrás y ver qué nos ofrecía esta aventura llena de fantasía.

Tomaremos el papel de la abogada americana Kate Walker, que ha sido enviada por el jefe del bufete para el que trabaja a Valadilène, una pequeña población de los Alpes franceses, con la intención de gestionar la compra de la fábrica local de robots (perdón, autómatas) para otra compañía. Tras la intro en la que presenciaremos un funeral, nos enteraremos de que la fallecida era una anciana llamada Anna Voralberg, que no es ni más ni menos que la única propietaria de la fábrica de autómatas.

En principio no habría problema con esto, pues en su testamento había quedado expresado su deseo de vender la empresa. Sin embargo, todo se complica cuando se descubre que Anna tenía un hermano, Hans, al que todo el mundo daba por muerto desde pequeño y del que se desconoce su paradero, que ahora sería el legítimo propietario de la misma.

Es aquí donde empieza realmente nuestra aventura, que consistirá obviamente en ir en busca de Hans para poder formalizar la compra. Un viaje en el que iremos descubriendo la historia de este singular personaje y su relación con los mamuts, y en el cual, acompañados de Oscar, un metódico y protocolario autómata, nos acabaremos implicando mucho más allá de nuestras motivaciones iniciales.

Syberia no es un juego que pretenda mostrar una tendencia al realismo, cosa que ya podremos apreciar desde el inicio. Aquí veremos desde autómatas parlantes a viajes en un tren de cuerda. Y es que en el fondo debemos tomarnos Syberia como lo que es, un bonito cuento.

En cuanto al final de la historia, realmente más que un final es un punto y seguido. Esto es así porqué dos años después saldría Syberia 2, que es una continuación en toda regla, pues empieza exactamente en el mismo punto en que acaba la primera parte. Bastante gente se quejó de que Syberia quedaba sin concluir, pero, pese a que en efecto era deseable el cierre de la trama con su segunda parte, incluso aunque hubiese terminado con el emotivo final con el que termina esta primera, simbólicamente ya quedaría expresado el "leitmotiv" de la historia.

Sin duda estamos ante el punto fuerte del juego. Syberia muestra personajes 3D sobre fondos prerrenderizados, y los entornos, aunque algo estáticos, son realmente notables y de una belleza como pocos.

Siempre teniendo en cuenta que tiene unos años, es de esos títulos que entra por la vista, con gráficos muy cuidados que apetece contemplar, como apreciaremos ya desde el principio al pasearnos por Valadilène o sus alrededores, con esa arquitectura de las casas, los paisajes, el agua tan bien conseguida… Incluso zonas más oscuras como Komkolzgrad, destilan perfectamente la desolación o el paso del tiempo por ellas.

A lo largo de la aventura encontraremos numerosos diseños de máquinas autómatas y artilugios mecánicos creados por Hans Voralberg mediante los que Sokal recrea su propio universo a través del juego.

Las cinemáticas rayan a un gran nivel, mejores incluso que las de bastantes aventuras más actuales. Encontraremos bastantes e incrementan en gran medida la experiencia visual y narrativa. Una vez vamos avanzando, se nos irán desbloqueando en el menú principal, pudiendo seleccionarlas para verlas cuando deseemos.

El diseño de personajes también acompaña, aunque a día de hoy es recomendable activar el suavizado para evitar los antiestéticos dientes de sierra.

La banda sonora cumple muy bien su papel, pese a que se echa en falta algo de variedad en ella. En muchos casos es tristona, para acompañar a muchos recuerdos del pasado, los cuales abundan en la historia.

Syberia posee un acertado doblaje al castellano. Las voces de Oscar y Kate están muy bien escogidas, y para los que hayáis jugado al Still Life, la dobladora de Kate es la misma que pone la voz a Victoria McPherson. Por su parte, el tonillo de Oscar recuerda un poco al doblaje de C3PO en los 80. Y hablando de voces, apuntar la interpretación del "Ochi Chornia" por parte del personaje de Helena Romansky.

Los efectos de sonido están muy conseguidos. Oiremos los pasos de Kate cambiar claramente dependiendo de la superficie que esté pisando, el sonido del agua cuando pasamos por el río, el chirriar de los aparatos mecánicos, los pájaros, el viento... y todos ellos muy bien puestos, haciendo que a nivel sonoro también nos quede una grata impresión.

El juego posee un manejo de corte clásico, con un interface tipo "point and click" en 3ª persona. Es muy amigable y el juego está muy bien diseñado en este aspecto. No encontraremos pixel hunting, dead ends, problemas con el control del personaje, malas vistas, o cosas del estilo. Como único punto negativo señalar el que en ocasiones haya que dar excesivos paseos, por lo que se agradece enormemente que al menos, si pulsamos dos veces sobre Kate corra.

El inventario se divide en dos zonas, la de objetos, y la de documentos. Es de suponer que se haya dividido así debido a que a lo largo de la aventura encontraremos numerosas ilustraciones de los diseños de las máquinas autómatas de Hans, escritos, libros y similares, que necesitaremos consultar. La interacción con el entorno es del mismo estilo que la mayoría de aventuras de este tipo, cambiando el puntero según la acción que podamos realizar.

Las conversaciones, que se basarán en ir agotando las frases para obtener nueva información, se realizarán mediante un bloc de notas, en donde los temas irán aumentando a medida que progresemos. También dispondremos de un móvil, mediante el que Kate irá recibiendo cada cierto tiempo llamadas de varios personajes que forman parte de su vida y que nos ayudarán a entender el entorno en el que vivía, además de tener que utilizarlo para llamar en alguna ocasión.

La dificultad es baja. Los puzzles generalmente se dividen en los de manejo de máquinas, mecanismos y similares, que salvo alguna contada excepción, no tienen excesiva complicación, y en los típicos de empleo de objetos de cualquier aventura, siendo el uso de éstos normalmente bastante obvio.

Por tanto no es éste un juego en el que uno se atasque con facilidad. A esto contribuye además el que los entornos, si bien son muy atractivos para la vista, notándose en este aspecto las influencias como ilustrador y dibujante de Sokal, en ocasiones no son demasiado interactivos, existiendo incluso algunas pantallas con carácter meramente decorativo o de paso.

Dicho lo cual, habría sido deseable una mayor profundidad en este apartado, y es posible que algunos jugadores ya experimentados lo encuentren demasiado simple y les decepcione en este aspecto, pese a que a otros esto no les impedirá disfrutar de él. Por contra, como punto a favor, esto hace que sea un título muy recomendable para gente que se inicie en el género y para atraerla al mismo, sobre todo si le unimos el buen hacer a nivel técnico.

Estamos ante un juego de gran calidad en la mayoría de sus aspectos. Con un guión relativamente interesante, atractivo técnicamente y cómodo de jugar. Si tan solo se le hubiera dotado de algo más de interacción con los escenarios y profundidad en los puzzles, aún alcanzaría cotas más altas, siendo con todo, una opción muy recomendable, especialmente para todo aquel que se inicie en el género.

Decía antes que Syberia había que tomarlo como un cuento, y así es. Un cuento de fantasía regido por sus propias reglas que a su vez sirve de base para mostrarnos el viaje de Kate. Un viaje en el que como dice el dicho, más que el destino lo que importa es el propio viaje en sí... Y un viaje recomendable para todo el que no lo haya realizado.

Escrito por edoe

Publicado el 08 de octubre de 2008

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